René Porfilio, el primer escribano de Federal y un legado que perdura

Hay nombres que marcan una época, no solo por su profesión, sino por los valores que encarnan. Uno de ellos es el del escribano Héctor René “Cacho” Porfilio, recordado con cariño y admiración por haber sido el primer escribano de la ciudad de Federal, allá por el año 1957.

Llegó desde joven, con tan solo 23 años, para iniciar una nueva etapa de vida en este rincón entrerriano. Y lo hizo con convicción, trabajo y una profunda vocación de servicio. En un tiempo donde todo se escribía a mano, con tinta y paciencia, supo construir una trayectoria profesional marcada por la honestidad, el respeto y el compromiso con la comunidad.

Su hija, Silvina Patricia Porfilio, actual responsable de continuar con más de seis décadas de labor notarial, lo recordó recientemente en una cálida entrevista con el medio local Deporte Total. “Repasar la historia de mi padre es repasar también una parte entrañable de Federal”, expresó.

Silvina compartió recuerdos de aquellos primeros años: la primera casa alquilada a Mario Popelka, el desafío de abrir una escribanía en tiempos donde todo era artesanal, y el amor con el que sus padres iniciaron juntos este camino. “Papá era meticuloso, detallista, pero sobre todo, un hombre profundamente humano. Siempre buscaba mediar para evitar conflictos y ayudar a los demás con su conocimiento”, relató emocionada.

Aquel joven que llegó con un título bajo el brazo y el sueño de hacer camino en la profesión no solo logró establecerse, sino que dejó una huella imborrable en la comunidad. Un verdadero ciudadano ilustre, cuyo ejemplo aún inspira a nuevas generaciones.

Hoy, su legado vive en cada testimonio, en cada acto de su hija que continúa su obra, y en el recuerdo de tantos vecinos que alguna vez pasaron por su oficina en busca de confianza y asesoramiento.

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